PREMILENIALISMO DISPENSACIONAL Y EL REINO DE DIOS

Introducción

Este escrito presenta una explicación al tema del reino de Dios en el premilenialismo dispensacional. El escrito tiene el objetivo de presentar una introducción a la historia del dispensacionalismo, sus variantes y la conexión que tiene con el tema del reino de Dios. Además, propone el tema del reino de Dios en una dimensión práctica que abarque aspectos holísticos. Es importante observar que el reino de Dios[1] se posiciona como uno los temas más importantes de la Biblia. Por lo tanto, es necesario adherirse a un sistema que sea confiable y que presente bien el tema.

El sistema premilenial, el dispensacionalismo y sus variantes

¿Qué es el premilenialismo dispensacional? Primero, se debe definir el significado del premilenialismo. Segundo, se debe explicar la conexión que tiene con el sistema dispensacionalista. En el premilenialismo la segunda venida de Jesús será previo (pre) al milenio que se describe Apocalipsis 20:1-10. Criag Blaising presenta un esquema básico del premilenialismo:

Los premilenialistas creen que cuando Jesús venga, resucitará a los muertos en dos etapas. Primero, resucitará a algunos para que participen con él en el reino milenario. Después de que el milenio (el período de mil años) haya terminado, resucitará al resto de los muertos e instituirá el juicio final.[2]

Se observa que el premilenialismo tiene un enfoque escatológico, donde la segunda venida de Jesús y el reino visible de Cristo juegan un aspecto fundamental. No obstante, el premilenialismo tiene dos vertientes: (1) el premilenialismo histórico;[3] (2) el premilenialismo dispensacional. El premilenialismo histórico es más reconocido por ser más antiguo y apegarse más a los padres de la iglesia. También mantiene la idea de un solo pueblo, la iglesia como el nuevo Israel y aguardan el “rapto”[4] del Señor por su iglesia al final de la tribulación, para así participar del reino terrenal del Mesías. Sin embargo, en la actualidad el premilenialismo dispensacional es el sistema más aceptado dentro del marco evangélico.[5]

El sistema premilenialista dispensacional, es mejor conocido como el dispensacionalismo. Es un sistema hermenéutico bastante reciente[6] conocido mayormente por abarcar aspectos eclesiológicos y escatológicos. En el siglo XX el dispensacionalismo se hizo famoso a lo largo de América. Tuvo un efecto notorio en el movimiento evangélico. Oscar Campos afirma que,

Al mismo tiempo, a medida que se acercaba el siglo XX, el cristianismo en general estaba en decadencia, ya que Occidente estaba entrando en una «era postcristiana» como secuela de la modernidad. Así, el protestantismo conservador norteamericano, en buena medida, fue muy receptivo a la enseñanza fundamentalista y premilenialista dispensacional. Como resultado, la identidad del cristianismo y la naturaleza de las misiones se redefinieron a medida que el protestantismo conservador se renovaba como un movimiento conocido posteriormente como evangelicalismo. Ciertamente, el evangelicalismo representó una nueva era de comprensión espiritual, social y eclesiástica. El premilenialismo dispensacional formó parte de esta transición histórica.[7]

Según Campos, el contexto histórico moderno favoreció el avance del dispensacionalismo, tanto así que fue aceptado como el sistema hermenéutico principal dentro del mundo evangélico (el evangelicalismo).[8] Esto implica que un gran número de creyentes cuando leen las Escrituras lo hacen basado en el lente del dispensacionalismo. El efecto positivo es que, el dispensacionalismo busca ser fiel a la creencia de un milenio literal,[9] defiende bien la postura premilenial, pero creando en ciertos casos un nuevo enfoque dualista, dos pueblos diferentes, la iglesia e Israel. Esto crea ciertos conflictos especialmente cuando se habla del tema del reino de Dios. Ya que, se suele hacer una separación entre el “reino de los cielos»[10] y el “reino de Dios”;[11] a esto se le añade el dualismo eterno que existía antes entre el destino final de la iglesia, el cielo; y el destino final de Israel, el reino milenial en la tierra.

Por esto, el dispensacionalismo ha tenido que ser revisado y corregido. Esto ha provocado varias variantes dentro del sistema. Se puede mencionar tres variantes del dispensacionalismo: (1) Dispensacionalismo Clásico (DC);[12] (2) Dispensacionalismo Revisado (DR);[13] (3) Dispensacionalismo Progresivo (DP).[14] Tanto el DC y DR han visto el reino de Dios y de Cristo como futuro (con aspectos mayormente celestiales), esto se puede denominar como “aplazamiento profético”.[15] Ha habido variaciones en la forma en que el reino de Dios ha actuado en el presente.[16] El DP tiene una visión más apegada al premilenialismo histórico, donde ve el reino de manera presente (actuando ahora), a través de la tensión del “ya, pero todavía no”.[17]

El reino de Dios como una realidad presente con connotaciones futura

El tema del reino de Dios ha sido discutido en gran manera a través de la teología bíblica. No obstante, parece que el dispensacionalismo ha avanzado en el estudio serio del tema. Aunque dentro del evangelicalismo muchos han optado por un reino celestial y han olvidado la esencia del reino de Dios “aquí” y “ahora”[18], el DP ha propuesto bases sólidas para creer que no hay necesidad de un aplazamiento profético. En este sentido, el aplazamiento profético indica que, a causa del rechazo de Israel hacia el Mesías, el reino davídico tendrá su cumplimiento en los últimos días. No obstante, parece que la ascensión de Jesús al cielo (Hch 1:9-11; 2:22-36) lo posicionó como el verdadero Rey escatológico. Cumpliendo así, aspectos del “ya” del pacto davídico,[19] sin tener que remplazar el “todavía no” de este pacto que se superpone con el nuevo pacto, teniendo su cumplimiento total en la persona de Jesucristo.

Entonces, ¿por qué aplazar el concepto del reino de Dios y su conexión con el pacto davídico como algo totalmente futuro? Retomando la idea que ha perdurado en el DC y DR, la iglesia e Israel juegan dos papeles distintos en la profecía. Es decir, hay un plan diferente con la iglesia. Esto ha creado mucha discontinuidad en las Escrituras. Aunque el DR propuso correcciones útiles (elimino ciertos dualismos que existían como los dos “nuevos pactos” y los “dos destinos eternos separados”), su esquema del sine qua no[20] mantuvo como fundamental la distinción de la iglesia e Israel. Los tres puntos principales del sine qua no que propuso Ryrie son:

(1) El reconocimiento de una distinción consistente entre Israel y la Iglesia. (2) Un uso consistente y regular de un principio literal de interpretación. (3) Una concepción básica y primaria del propósito de Dios como su propia gloria en lugar de la salvación de la humanidad.[21]

El DP parece que en cierto sentido se despegó de forma un poco drástica de estas reglas. En el DP la iglesia es el nuevo pueblo de Dios, en otras palabras, no hay dos planes diferentes, tampoco la iglesia es un paréntesis en la agenda de Dios. La iglesia continúa la misión de Israel, opera “como un nuevo Israel” (cf. 1 P 2:9). Sin embargo, el Israel étnico sigue en pie, la idea de una restauración futura forma parte esencial del sistema (cf. Ro 11:25-36). El uso de una “hermenéutica literal” es modificada por una “hermenéutica completaría”.[22] En este caso no todas las profecías se interpretan de forma “literal” (el dispensacionalismo tradicional reconoce eso, pero en ocasiones son rígidos en la interpretación literal), hay aspectos complementarios y de doble cumplimiento como se ve mayormente en libro del profeta Isaías y las profecías que conciernen al Mesías. El uso del AT en el NT tiende a tener ciertas connotaciones distintas. Por último, el tema principal no sería necesariamente “la gloria de Dios” sino, el “reino de Dios”, ya que, con este tema, se envuelve todo el drama de salvación y a su vez se conserva la idea de la importancia de gloria de Dios. Se puede observar los ajustes de forma breve: (1) un solo pueblo; (2) una hermenéutica complementaria; (3) el reino de Dios como tema principal.

Si el premilenialismo dispensacional busca hacer justicia al reino de Dios, una opción balanceada dentro del sistema sería el DP. Se conserva la idea de la pronta venida de Jesús, el reino milenario luego de la segunda venida. Se enfatiza la idea de ese reino del mil años como el “reino intermedio” (1 Co 15:20-28 es una posible referencia) que “no” solo es visto en Apocalipsis 20:1-10, también en los profetas del AT. Sobre todo, Israel vuele a tener hincapié y forma parte del plan profético de Dios, siendo la ciudad donde el Mesías reinará (parece que esta línea es la que toma el pasaje de Hechos 1 cuando los discípulos esperaban con ansias saber el momento de la restauración de Israel).[23] Si el reino de Dios “ya” está entre nosotros, esto puede ser de plena motivación para esperar el “todavía no” del reino milenario. Las connotaciones de un reino futuro siempre han estado presentes en las Escrituras. Es parte del plan de Dios que la humanidad experimente la redención de forma plena, donde la creación participará de esta (Ro 8:17-27; cf. Is 65:17; 66:22[24]; Hch 3:21; 2 P 3:13; Ap 21:1; 22:1-5) y el reino de Dios será consumado y accesible para todos.

Resumen y aplicaciones a favor del reino y la iglesia

Si se sigue la idea de un reino futuro es inevitable chocar con el premilenialismo dispensacional. Lo más que se debe de resaltar en este sistema es que Dios ha “administrado”[25] su agenda profética con exactitud. El tema del reino entonces juega un papel crucial a la hora de entender este plan, los pactos y las dispensaciones, revelan la forma en que Dios ha organizado su drama de redención y glorificación. El dispensacionalismo provee argumentos sólidos para que el creyente valore el tema del reino de Dios y se vea como partícipe de este. Si el reino “ya” está en medio de nosotros, y si la iglesia se convierte en una comunidad del reino (Col 1:9-14), entonces los efectos serán positivos para la sociedad. El avance del reino puede ser visto y experimentado por una humanidad que necesita ser liberada del estado del pecado. El evangelio y el enfoque misional cristológico puede crecer cuando el reino es expuesto en todas sus dimensiones. La perspectiva holística implica entonces que, la ética del reino (Mt 5–7) es impulsada por la iglesia, con la meta de reflejar a Jesús en todo momento, anunciando sus virtudes y esperando su pronta venida, donde al final todo será renovado y restaurado.

Conclusión

El premilenialismo dispensacional ha tenido cambios y lo mejor que se puede hacer es apegarse a lo que nos ha ofrecido recientemente. El DP como se ha expuesto, mantiene el tema del reino de Dios como central. Por lo tanto, si el deseo del creyente es aguardar un reino futuro, deberá reconocer que está siendo partícipe de una dimensión presente. El dispensacionalismo actual (DP) ofrece las herramientas para reconciliar los temas más importantes de la Biblia, como los pactos, el reino, la salvación integral y la gloria de Dios. Nuestra meta deberá ser avanzar hacia un enfoque misional para que la verdad revelada en las Escrituras y expuesta en sistemas como estos, se dé a conocer a todos, en beneficios del cosmos. ¡Qué el tema del reino de Dios sea una realidad presente para con la iglesia y que triunfe hoy, mañana y siempre!


[1] Esta doctrina describe el gobierno de Dios sobre su creación como rey, incluyendo cómo se ejerce y se estructura el gobierno y cuál es su propósito final. Bray, Gerald, «El reino de Dios», en Sumario Teológico Lexham, ed. Mark Ward et al. (Bellingham, WA: Lexham Press, 2018). La idea del reino de Dios se puede rastrear en el AT (Dn 2:44-45; 7:9-27) hay muchas profecías que hablan acerca del reinado de Dios y del Mesías (Sal 2:6-12; 101:1-7; Is 2:1-4; 11:1-10; Jer 23:5-6; 31:31-34; 33:24-28; Ez 34:24-28; 37:24-28; Mi 4:1).

[2] Blaising, Craig A. “A Premillennial Response to Robert B. Strimple: en Three Views on the Millennium and Beyond, ed. Stan N. Gundry y Darrell L. Block, Zondervan Counterpoints Series (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1999), 157.

[3] El premilenialismo histórico lleva ese calificativo por dos razones: (1) cierta literatura apocalíptica judía, no canónica (precristiana y/o postcristiana), predecía un reino interino, a veces mesiánico (véanse 1 Enoc 91:12–17; 93:1–14; 2 Enoc 32:3–33:1; los Oráculos Sibilinos 3, 652–60; 2 Esdras 5:2–7:29; 2 Baruc 29:3; 30:15, 39–40). Una variedad de creencias en cierta forma de milenio literal también lo atestiguan algunos de los primeros escritores cristianos (Epístola de Bernabé 15:3–9; Papías, véanse Ireneo, Against Heresies, 5:32–36; Justino, Dialogue with Trypho, 81; interpolaciones cristianas anónimas en el Testamento de Isaac 8:11, 19–20; 10:11–12; Tertuliano, durante su período montanista, Against Marcion 3, 24; 4, 31; y Cerinto el Gnóstico, véase Eusebio, Ecclesiastical History, 3, 28). Sin embargo, los adherentes modernos con frecuencia llegan a sus conclusiones aparte de estos predecesores. (2) Los partidarios característicamente llegan a sus conclusiones en base a la llamada interpretación histórica del Libro de El Apocalipsis. George Eldon Ladd (en numerosas publicaciones, incluyendo Theology of the New Testament, 624–32) es el exponente reciente más articulado del premilenialismo histórico. George Lyons, «Premilenialismo», ed. Richard S. Taylor et al., trans. Eduardo Aparicio, José Pacheco, y Christian Sarmiento, Diccionario Teológico Beacon (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2009), 544–545.

[4] En la visión premilenial dispensacional el rapto de la iglesia ocurre antes de la tribulación (cf. Dn 9:27; los versos más utilizados son 1 Ts 1:10; 5:9; Ap 3:10). Para un estudio más detallado vea a Craig Blaising, Alan Hultberg, y Douglas Moo, Three Views on the Rapture: Pretribulation, Prewrath, or Posttribulation, ed. Stanley N. Gundry y Alan Hultberg, Second Edition., Zondervan Counterpoints Series (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2010).

[5] Aparentemente el premilenialismo histórico es más viable y aceptado dentro del marco académico.

[6] Este término se refiere a un tipo de interpretación de las Escrituras que se originó a principios del siglo XIX entre los Hermanos de Plymouth. Su líder principal y pensador más original fue John Nelson Darby, cuya enseñanza se caracterizaba por su antagonismo contra la iglesia organizada. Las doctrinas de Darby y sus compañeros se dieron a conocer y se reproducen a través de la Biblia de Scofield, editada por Cyrus Ingerson Scofield (1843–1921). H. Ray Dunning, «Dispensacionalismo», ed. Richard S. Taylor et al., trans. Eduardo Aparicio, José Pacheco, y Christian Sarmiento, Diccionario Teológico Beacon, 224.

[7] Campos, Oscar “Dispensationalism and Its Worldwide Impact”, Bingham, Derick y Kreider, Glenn R., ed., Dispensationalism and the history of redemption: a developing and diverse tradition, (Chicago, IL: Moody Publishers, 2015), 255.

[8] El considerable crecimiento del evangelicalismo en América Latina ilustra muy bien el crecimiento global del evangelicalismo, y especialmente revela la influencia del evangelicalismo dispensacional. Ibíd., 260.

[9] Milenialismo. Esta palabra (del lat. mille, “mil”) se refiere a la idea del reinado futuro de Cristo con sus santos en la tierra por un período de mil años. Se llama milenialistas o quilianistas (del gr., χιλιας quiliás, “mil”) a quienes aceptan esta idea. Diccionario Teológico Beacon, 436.

[10] Según J. Dwight Pentecost, “Uso del término reino de los cielos. En las Escrituras el término reino se usa de siete maneras diferentes: (1) los reinos gentiles, (2) los reinos de Israel y de Judá, (3) el reino de Satanás, (4) el reino universal de Dios, (5) un reino espiritual, (6) el reino milenario davídico, y (7) la forma de misterio del reino. Es de notar que hay un acuerdo general entre los teólogos en relación con las primeras cuatro de estas clasificaciones. Las últimas tres tienen que ver con la esfera de la escatología y son objeto de debate. Es necesario hacer algunas observaciones en relación con estas”. Eventos del porvenir: Estudios de escatología bíblica (Miami, FL: Editorial Vida, 1989), 109.

[11] La mayoría de los dispensacionalistas no hacen una separación entre el reino de los cielos y el reino de Dios. Esto lo demuestra John Walvoord en «A Review of “Crucial Questions about the Kingdom of God”», Bibliotheca Sacra 110 (1953).

[12] Dispensacionalismo clásico para referirse en general a los puntos de vista de los dispensacionalistas británicos y estadounidenses desde los escritos de John Nelson Darby, el teólogo más importante del primer Movimiento de los Hermanos, hasta la Teología Sistemática de ocho volúmenes de Lewis Sperry Chafer, el fundador y primer presidente del Seminario Teológico de Dallas. Las notas interpretativas de la Biblia de Referencia de Scofield podrían considerarse un representante clave del dispensacionalismo clásico, aunque hay varios puntos en los que diferentes dispensacionalistas de ese período diferirían con él. La designación de dispensacionalismo se aplicó por primera vez a las interpretaciones ofrecidas en la Biblia de Referencia de Scofield. Blaising, Craig A. y. Bock, Darrell L. Progressive dispensationalism (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1993), 22.

[13] El dispensacionalismo revisado designa los puntos de vista de los teólogos dispensacionalistas que escribieron principalmente entre finales de la década de 1950 y finales de la década de 1970, aunque también se aplica a algunas publicaciones de la década de 1990. La designación “revisado” se toma de la revisión de la Biblia de Scofield, terminada en 1967 y que ofrece puntos de vista mucho más compatibles con los escritores de este segundo período. Algunos de los dispensacionalistas revisados más conocidos son Alva J. McClain, John Walvoord, Charles Ryrie, J. Dwight Pentecost y Stanley Toussaint. Ibíd. (Énfasis añadido).

[14] El dispensacionalismo progresivo, objeto de este libro, es una forma más contemporánea de pensamiento dispensacional que se ha desarrollado a través del estudio bíblico continuado de las preocupaciones y énfasis de la tradición dispensacional. El dispensacionalismo progresivo ofrece una serie de modificaciones al dispensacionalismo clásico y revisado que acercan el dispensacionalismo a la interpretación bíblica evangélica contemporánea. Aunque el nombre es relativamente reciente, las interpretaciones particulares que componen esta forma de dispensacionalismo se han ido desarrollando a lo largo de los últimos quince años. En 1991 se habían producido suficientes revisiones como para introducir el nombre de dispensacionalismo progresivo en la reunión nacional de la Sociedad Teológica Evangélica de ese año. El presente libro, junto con las publicaciones Dispensacionalismo, Israel y la Iglesia: The Search for Definition y The Case for Progressive Dispensationalism son representantes clave de este punto de vista. Ibíd., 23.

[15] El aplazamiento profético indica que el reino ha sido pospuesto, aunque el reino estaba en Jesús, como Israel “rechaza” su reinado, se exponen ahora un aplazamiento del reino. Por lo tanto, “no” hay una presencia activa del reino de Dios, más bien, ese reino está conectado con el reinado de Cristo, que es a su vez parte del cumplimiento del pacto davídico que abarca un tiempo futuro y un reinado terrenal; esta visión es la que mantiene el DC y DR (cf. 2 S 7).

[16] El DR es la versión tradicional cuando se habla del dispensacionalismo. En esta variante del sistema, “el reino” opera, según Pentecost, “a través de un programa misterioso” (cf. Mt 13). Eventos del porvenir: Estudios de escatología bíblica, 350. Sin embargo, esta idea de un reino misterioso no está lejos del DC, ya que parece que Pentecost simplemente sigue a Chafer, y logra ampliar su concepto de la forma misteriosa del reino (la cual no es una forma clara en cómo opera realmente el reino). Vea Teología sistemática de Chafer, trans. Evis Carballosa et al., vol. 1, Teología sistemática (Barcelona, España: editorial Clie, 2009), 46.

[17] El “ya” pero “todavía no” es la opinión de que el reino de Dios ya ha sido inaugurado en la persona y ministerio de Jesucristo, pero no alcanzará la consumación hasta su regreso en gloria. Nah, David, «El ya y el aún no», en Sumario Teológico Lexham, (2018).

[18] La tension del “ya” pero “todavía no”, logra combinar aspectos de la escatología realizada y de la escatología futirista, esta idea impulsada en gran parte por el teólogo europeo Oscar Cullman. Donald Mckin afirma: “Cullmann también percibía que el Nuevo Testamento hablaba del acontecimiento de Cristo en el contexto de todo el plan de la historia redentora de Dios. La escatología bíblica se convirtió así en el centro de varios artículos que Cullmann escribió durante su estancia en Estrasburgo. Según su propio relato, la idea más importante que obtuvo en Estrasburgo fue que los escritores del Nuevo Testamento no veían el reino de Dios ni como algo totalmente futuro (según la escatología exhaustiva de Schweitzer) ni como algo ya plenamente presente (la escatología realizada de C. H. Dodd). Por el contrario, «ahora me resultaba claro que no era ni lo uno ni lo otro, sino ambas cosas: ya realizado pero todavía futuro. Con Cristo, el acontecimiento que realiza mi salvación se ha producido, pero su realización aún no se ha producido»”. Historical handbook of major biblical interpreters (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1998), 469.

[19] Repitiendo el lenguaje del pacto davídico, los profetas declararon que el Señor levantaría un descendiente de David (Is 9:6; Jer 23:5) y establecería su reino (Is 9:7; 16:5; 28:16). Será un brote o rama del tronco del árbol caído (Isaías 11:1; Jeremías 23:5; 33:15), el tabernáculo reconstruido de la casa caída de David (Am 9:11-12). Gran parte de la profecía se refiere al carácter de este futuro rey davídico: será justo y gobernará con rectitud y justicia (Is 9:7; 11:3-4; 16:5; 28:17; Jer 23:5; 33:15), y será sabio, lleno del Espíritu en sabiduría, piedad y conocimiento de Dios (Is 9:6; 11:2; Jer 23:5). Como resultado de su sabiduría y justicia, cumplirá por completo la condición impuesta a los hijos de David, hasta el punto de que Jeremías habla de la promesa de que no faltará un hombre que se siente en el trono, tan segura como el cumplimiento eterno del pacto de Noé (Jer 33:14-26). Progressive dispensationalism, 165.

[20] El sine qua no es una expresión latina que significa ‘sin la cual no’ y se aplica a una condición que necesariamente ha de cumplirse o es indispensable para que suceda o se cumpla algo. Núria Lucena Cayuela, ed., Diccionario general de la lengua española Vox (Barcelona: VOX, 1997).

[21] Trahan, Kerry, A Complete Guide to Understanding the Dispensationalism Controversy (Port Neches, TX: Disciple of Jesus Ministries, Inc., 2007), 65. Para una mejor comprensión véase a Ryrie, Charles C., Dispensationalism, (Chicago: Moody Press, 1995), 45.

[22] Estrechamente relacionada con la revelación progresiva se encuentra la hermenéutica complementaria. Según este concepto, el cumplimiento de una profecía puede darse en varias etapas. Cada una de esas etapas constituye un cumplimiento complementario que amplifica el sentido y significado de la profecía. Melgares, Jibsam, «Uso del Antiguo Testamento en el Nuevo: Asuntos generales», Kairós 45: Julio–Diciembre (2009), 63. (Énfasis añadido).

[23] A nivel literario, la observación de Hechos 1:4-5 remite a Lucas 24:49. Jesús ordena a los discípulos que no partan de Jerusalén, sino que comiencen la misión desde allí, esperando la «promesa del Padre» (tēn epangelian tou patros). Los discípulos perciben este acontecimiento como una indicación de la plena llegada del fin, lo que lleva a su pregunta en el versículo 6 sobre la restauración del reino a Israel. Muchos textos judíos esperaban que Israel fuera restaurado a un lugar de gran bendición (Jer 16:15; 23:8; 31:27-34 [donde se menciona el nuevo pacto]; Ez 34-37; Is 2:2-4; 49:6; Amos 9:11-15; Sir 48:10; Ps. Sol 17-18; 1 En 24-25; Tob 13-14; Dieciocho Bendiciones 14). Bock, Darrell L., «The Restoration of Israel in Luke-Acts», en Introduction to Messianic Judaism: Its Ecclesial Context and Biblical Foundations, ed. David Rudolph y Joel Willitts (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2013), 174.

[24] Isaías sigue la sorprendente expectativa de los nuevos cielos y la nueva tierra con la referencia a la creación de una nueva Jerusalén y su pueblo alegre. El nuevo comienzo se remonta a antes de la revelación en la montaña, antes del éxodo de la esclavitud, antes de la elección de Israel, hasta el propio acto de creación de Dios. La interpretación profética subraya el poder divino para dar lugar a un comienzo totalmente nuevo. Schnittjer, Gary Edward, Old Testament Use of Old Testament: A Book-by-Book Guide (Grand Rapids, MI: Zondervan Academic, 2021), 252.

[25] Oἰκονομία -ας, ἡ; (oikonomia), plan; tarea; mayordomía; administración. Equivalente hebreo: מֶמְשָׁלָה (1), מַצָּב (1). Brannan, Rick, ed., Léxico Lexham del Nuevo Testamento Griego (Bellingham, WA: Lexham Press, 2020). Esta palabra oikonomía (dispensación o administración) tiene su uso más amplio en el NT, v. Ef 1:9; 3:2; Col 1:25; 1 Ti 1:4. De ahí, posiblemente surge la idea del “dispensacionalismo”.

Escrito por Alfredo J. Velázquez
11/septiembre/2022

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