ARCO IRIS

Un arco iris lleno de colores en el cielo es considerado por muchos como un símbolo de belleza. Gracias a la ciencia moderna sabemos que el arco iris es el reflejo y la refracción de la luz del sol a través de la neblina o de una cortina de agua al llover, que producen un arco que muestra un prisma de colores. En la Biblia, el arco iris se menciona en relación con la lluvia, las nubes, las tormentas y las visiones, pero el caso más memorable tiene que ver con la conclusión del relato del gran diluvio en Génesis 6–9.

En muchas culturas antiguas (igual que en las culturas tradicionales de hoy en día), el arco iris, junto con otros fenómenos naturales—como los eclipses, los terremotos y los cometas—era considerado como una señal o portento de algo bueno o malo. El arco iris era un símbolo en el idioma de los dioses, y su significado bien podría revelarse en un relato etiológico imbuido de mito. El antiguo escritor romano Plinio, aunque ofrece una explicación del fenómeno basada en la naturaleza, todavía era preso de esta cosmovisión y mantenía que el arco iris presagiaba un invierno frío o incluso la guerra (Plinio, Nat. 2.60). Es precisamente dentro del marco de estas antiguas cosmovisiones que deberíamos tratar de comprender el arco iris de Génesis 9:13–16.

1. Un símbolo de la alianza

2. Paralelos en el antiguo Oriente Próximo

3. Interpretaciones posteriores

1. Un símbolo de la alianza

El arco iris aparece por primera vez en el texto bíblico a la conclusión de la historia del *diluvio (Gn 9:1–17). Es el símbolo de la *alianza o pacto que Dios establece entre él y *Noé, los seres vivos y la tierra para las generaciones futuras (Gn 9:12–13). Dios declara su intención de no permitir nunca más que las aguas se conviertan en un diluvio en el que toda la vida sea destruida. En concreto, Dios reclama el arco iris como suyo y recalca que es él quien lo coloca en el cielo (Gn 9:13).

Merece la pena fijarse en que el arco iris sirve, en primer lugar, como un recordatorio para Dios de su *promesa, una promesa eterna entre él mismo y todas las criaturas de la tierra (Gn 9:16). El arco iris representa la iniciativa de Dios, ya que habla de Dios al hombre. Como ha observado D. J. A. Clines (1978), el diluvio representa una “des-creación” de la *creación original, un rasgamiento del firmamento que retenía las aguas del cielo y una erupción de las fuentes del abismo que estaban retenidas bajo la tierra. La obra de separación y distinción que tanto caracteriza el relato de la creación de Génesis 1, se deshace o se invierte mediante un acto de juicio cósmico. La conclusión del diluvio evoca el tema de una re-creación, acentuado por el pacto de Dios con Noé y la bendición de éste, que es un eco de la anterior bendición que Dios hace recaer sobre el hombre y la mujer (cf. Gn 1:28; 9:1). Es significativo que el símbolo de la alianza asociada a esta re-creación, el arco iris, es un rasgo singular y favorable de la creación—y abierto para que todos puedan verlo. En otro tiempo íntimamente relacionado con la tormenta, la lluvia y la nube de destrucción, el “arco iris en las nubes” es ahora interpretado nuevamente como símbolo del compromiso de Dios con su creación, una alianza que tiene a Dios como único responsable de mantenerla.

Como primero de los símbolos de la alianza de Dios en la Biblia, el arco iris proporciona una clave para comprender muchos símbolos posteriores. Un símbolo apunta a algo que es mayor o que se encuentra más allá de sí mismo. El arco iris, un símbolo divino de la alianza, se une a otros símbolos, como la circuncisión, el sábado, el bautismo y la Cena del Señor, que son iniciados por Dios. El Señor le habla al pueblo del pacto mediante símbolos, y a la vez confirma sus palabras con otras señales a lo largo de todo el corpus bíblico.

2. Paralelos en el antiguo Oriente Próximo

Los mitos del antiguo Oriente Próximo que se conservan sobre el diluvio no presentan un paralelismo directo con el arco iris, pero existe una correspondencia que sin embargo merece ser notada. En la Epopeya de Gilgamesh, al finalizar el diluvio, el héroe presenta un sacrificio a los dioses. Cuando llega la gran diosa, alza su magnífico collar de lapislázuli de su cuello y anuncia: “Vosotros, dioses, tan cierto como que este lapislázuli sobre mi cuello nunca olvidaré, que guardaré memoria de estos días, sin olvidarlos nunca” (Gilgamesh 11.160). En este caso se da un símbolo de la perpetua memoria de la diosa del acontecimiento, y el collar de lapislázuli supone un vistoso homónimo al arco iris.

El término hebreo qešet puede significar tanto “arco iris” como “arco”, un arma para la guerra o para la caza, y en seguida podemos ver el parecido (preservado también en nuestra lengua) entre ambos. En la literatura de todo el antiguo Oriente Próximo, el arco denota la fuerza del varón (cf. Gn 49:22–25). El carcaj lleno de flechas y el arco tenso simbolizan la virilidad de los guerreros en la literatura mesopotámica. Una maldición hitita sobre los ejércitos consistía en quitarles a los guerreros los arcos y las flechas—y por tanto castrarlos—y forzarlos a vestirse como mujeres. Romper el arco de un guerrero llegó a simbolizar la firma de un tratado entre las partes.

3. Interpretaciones posteriores

Los comentaristas rabínicos especularon en torno al arco iris. Nahmánides creía que el arco iris existió antes del diluvio, pero que no fue asignado como símbolo para que sirviera de promesa al hombre y de recordatorio a Dios hasta después del gran diluvio. Ibn Ezra discrepó, aseverando que el relato de Génesis 9 narra la aparición del primer arco iris (EncJud 13.1524–25).

Según una explicación rabínica, el arco iris fue creado al ponerse el sol en la víspera del sábado (Pes. 54a). En otros lugares se le advierte a la gente que no mire directamente el arco iris, ya que refleja la gloria de Dios (Ez 1:28; Hag 1:6a). Algunos rabinos abogan por postrarse sobre el rostro, como hizo Ezequiel cuando vio un arco iris (Ez 1:28), pero otros desaconsejan esta práctica, pues podría dar a entender que uno estaba adorando el arco iris (EncJud 13.1524–25).

Sin embargo, los rabinos sí aprueban que se diga una bendición al ver el arco iris. Se invita a la gente a detenerse y a decir: “Bendito eres tú, Oh Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que recuerdas la alianza, que eres fiel a tu pacto y guardas tu promesa” (Ber. 59a). Añaden que esta bendición debe recitarse incluso si se ve un arco iris dos veces en el espacio de treinta días.

M. Lutero vinculó la promesa de Dios de que ningún diluvio futuro cubriría la tierra al “extraordinario afecto de Dios por la humanidad”. Lutero escribe que Dios está tratando de persuadir a la humanidad a través del arco iris de que no tema un castigo como el diluvio, sino que confíe en la bendición y la absoluta paciencia del Señor (Luther, 2:145). J. Calvino coincidió con Lutero en que el arco iris es un símbolo de la “maravillosa bondad de Dios, quien con el propósito de confirmar nuestra fe en su palabra no desdeña utilizar tales ayudas” (Calvin, 1.298). T. E. Fretheim amplía estas posturas cuando declara que el arco iris había existido antes del diluvio “pero ahora se le dota de un nuevo significado para el futuro” (Fretheim, 400).

El propio arco iris se presta a muchas interpretaciones figuradas. Tiende un puente entre el cielo y la tierra y simboliza la paz. Escribiendo sobre Génesis 9:12, Nahmánides dice que el arco apunta hacia abajo, como un guerrero que baja su arco, declarando así la paz.

Véase también ALIANZA, PACTO; DILUVIO; NOÉ.

Bibliografía. B. W. Anderson, “From Analysis to Synthesis: The Interpretation of Genesis 1–11,” JBL 97 (1978) 23–39; J. Calvino, Calvin’s Commentaries: Genesis (Grand Rapids: Eerdmans, 1948); D. J. A. Clines, “Noah’s Flood: The Theology of the Flood Narrative,” Faith and Thought 100 (1972–1973) 128–42; ídem, The Theme of the Pentateuch (JSOTSup 10; Sheffield: JSOT Press, 1978); T. E. Fretheim, “The Book of Genesis: Introduction, Commentary, and Reflections,” en The New Interpreter’s Bible (Nashville: Abingdon, 1994) 321–674; S. Fukita, “Theology of Hope in Genesis 1–11,” BT (1975) 519–27; M. Lutero, Luther’s Works (St. Louis: Concordia Press, 1960); “Rainbow,” Encyclopedia Judaica (Jerusalén: Keter, 1972) 13.1524–25; G. J. Wenham, Genesis 1–15 (WBC 1; Waco, TX: Word, 1987).

R. G. Branch

Nat. Naturalis historia (Historia natural)

 Robin Gallaher Branch, «ARCO IRIS», ed. T. Desmond Alexander y David W. Baker, trans. Rubén Gómez Pons, Diccionario del Antiguo Testamento: Pentateuco, Compendio de las Ciencias Bíblicas Contemporáneas (Barcelona, España: Editorial CLIE, 2012), 69–71.

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