SEMINARIO TEOLÓGICO CENTRO AMERICANO
Ensayo presentado en cumplimiento parcial de los requisitos de la materia Antiguo Testamento IV
Alfredo J. Velázquez Cortés
LOS SALMOS MESIÁNICOS
Introducción
Este ensayo tiene el propósito de presentar los Salmos mesiánicos y su cumplimiento en la persona de Jesucristo. También se resaltará como Israel veía los Salmos mesiánicos en su contexto histórico. Se desarrollará la idea de los Salmos mesiánicos y su cumplimiento escatológico. Es decir, algunos Salmos mantienen un panorama que concierne a los últimos tiempos. Por último, se expondrá la aplicación de los Salmos mesiánicos para la vida del creyente.
Un panorama de los Salmos y su anuncio profético
El libro de los Salmos funge un papel muy importante en el AT. Los Salmos son buena parte de la poesía hebrea que tenemos.[1] Los Salmos se caracterizan por su sencillez de expresión; por un vigor de expresión; por el uso de muchas figuras literarias; por un espíritu profundamente religioso.[2] Se puede observar que los Salmos contienen características especiales y categorías distintivas entre ellas se puede mencionar los Salmos de alabanza, lamento, confianza, himnos, agradecimiento, sabiduría y sobre todo los Salmos de realeza. Esta última categoría puede ser llamada “Salmos reales” porque hablan sobre el rey.[3] Pero ¿qué tipo de rey es este?, ¿será un rey para los últimos tiempos? Aquí es donde entra el anuncio profético y mesiánico del rey venidero.
Los Salmos mesiánicos y reales
Es importante hacer observar que no todos los Salmos reales son necesariamente mesiánicos.[4] No obstante, cuando se entiende que el reinado de Jehová esta ligado al reinado de su Hijo, se comprenderá porque están entrelazados (cf. Sal. 110; 1 Co 15:24-25). Una de las preguntas que surge cuando se habla de Jehová como rey y de su futuro reino es ¿de que modo vendrá este reino en escena? Ahí es precisamente donde entra los Salmos mesiánicos en acción. El drama de un futuro libertador y rey es visto en los Salmos en muchos casos de forma alusiva, no siempre esta explicito ya que conlleva un lenguaje profético que no siempre es descifrado. Entonces, la interrogante sería ¿qué es precisamente es un Salmo mesiánico? Estos predicen detalles importantes de: la persona, la obra, y el reino de Cristo.[5]
Esto implica que los Salmos mesiánicos también hablan de sufrimiento «la crucifixión a la luz del NT». Para un judío tradicional un Mesías sufriente no sería la respuesta que esperarían de parte de Dios. Se supone que Jehová actuara en el drama de redención. Sin embargo, Dios una vez más los sorprendería y se glorificaría en el drama de salvación. Los Salmos mesiánicos van dando forma al anuncio de libertad y reinado de Jehová, donde Dios mismo estaría presente con ellos como Rey. Pero antes, el Mesías prometido tenía que sufrir como siervo. Esta escena fue profetizada en los Salmos mesiánicos de lamento (Sal 22; 35; 41; 69; 102; 109). Por lo tanto, el escenario para que Dios salvara a su pueblo estaba listo.
Israel y su visión de los Salmos mesiánicos
Si se observa la vida de Israel según el contexto histórico se puede apreciar que, Israel estaba a la expectativa sobre el Mesías (מָשִׁיַח, mashiyach; “ungido”, o “el ungido”; “mesías”)[6] que irrumpiría la historia. ¿Cuál era la certeza que tenía Israel en cuanto al Mesías venidero? Era una confianza segura que tenían en Dios, ya que entre medio se encontraba el pacto davídico que Jehová había hecho con su siervo David (2 S 7:6-16). Este pacto afirmaba que Dios reinaría a través de un Mesías-Rey. Mark Strauss escribe los componentes que tendría este pacto davídico que pueden ser visto a través de los Salmos:
La promesa de la continuidad de la “simiente” de David (Sal 89:5, 30, 37; 2 S 7:12). La promesa de la perpetua misericordia y fidelidad de Jehová (Sal 89:5, 25, 29; 2 S 7:15), a pesar de su disciplina para el hijo de David (Sal 89:31–33; 2 S 7:14). La promesa de una relación de padre-hijo única (Sal 89:27–28; 2 S 7:14). La promesa de un trono eterno para la casa de David (Sal 89:5, 30, 37; 2 S 7:13, 16). La promesa de que Salomón construiría el templo en 2 S 7:13. Aunque originalmente se refería a Salomón a esta promesa la recuperarían las subsiguientes generaciones cuando el templo esté en ruinas (en Zacarías y en los escritos rabínicos), o cuando la jerarquía del templo se vea como corrupta (en Qumrán, donde el “templo” se convertiría en la comunidad de Qumrán). La promesa de paz y seguridad para Israel en la tierra (2 S 7:10–11; Sal 89:22–26). La promesa deuteronomista de un lugar de descanso y seguridad para Israel después del éxodo (Éx 15:17; Dt 3:20; 12:9–10; Jos 1:15) aquí se aplica a la dinastía davídica. El pacto davídico entonces se convierte en una extensión e individualización de la relación de pacto de Jehová con toda la nación.[7]
Cuando se aprecia el escenario en el que se encontraba Israel era una escena de reinado, ellos estaban reinando en Jerusalén como su capital. Pero se aproximaban tiempos de juicios, los profetas habían dictado juicio sobre Israel y Judá; la apostasía había visitado y la desobediencia a la ley de Dios era algo visible. Por lo tanto, en este sentido los Salmos mesiánicos y reales se convierten en mensajes de esperanza para Israel. La historia de salvación y reinado demandaba redención, y esta llegaría a través del Mesías sufriente y su reino. El mesianismo era evidente para Israel en los Salmos.
Los Salmos anuncian el nuevo éxodo
Los Salmos mesiánicos estaban brindando esperanza a Israel de una visitación especial de parte de Jehová su Dios. Esta esperanza era un nuevo éxodo que comenzaría con la venida de un siervo sufriente (Is 53). ¡Primero tenía que llegar la cruz antes que la corana! A través de figuras (Jesús sería el nuevo Moisés y David que el pueblo necesitaba) como las que se observan en el Salmo 22[8] se hacía evidente que el Mesías sufriría por el pueblo, ese sería el anuncio de que un nuevo éxodo se aproximaría. A través de la muerte del Mesías, su descenso al inframundo, su resurrección entre los muertos y su ascensión al cielo para reinar juntamente con el Padre; Israel recibía la promesa de un reino eterno e inconmovible, pero antes, tenían que brindar su lealtad a Jesús como el rey de Israel y del cosmos.
Como se observa los Salmos mesiánicos estaban cumpliéndose al igual que un sin número de profecías. Sin embargo, se mantenía una tensión escatológica, el rey había vencido, su reino estaba presente, pero todavía faltaba la consumación de ese reino terrenal. El Salmo 110[9] presenta el drama escatológico, donde el Mesías ejecutaría papel de rey-sacerdote, pero llegaría el momento que él mismo juzgaría a las naciones (observe a Jesús y su sermón escatológico en Mt 24-25; Mr 13; Lc 21). Para que Israel participara de este drama y de los beneficios de la comunidad del reino y del sacerdocio del Rey, Israel tenía que entrar en pacto con su Dios (el nuevo pacto; Jr 31.31; cf. Mt 26:28). El Mesías brindó el camino para que el cosmos fuera restaurado y renovado (esta verdad se estaba realizando bajo la tensión del “ya, pero todavía no”); Israel tenía que entender eso y ser participe del nuevo éxodo, que estaba disponible para todos.
Los Salmos mesiánicos y su aplicación para el creyente
Los Salmos mesiánicos serán de bendición para el creyente que desee tener una comunión íntima con Dios. ¡Qué mejor que conocer al Dios que inspiro los Samos! Los Salmos mesiánicos brindan la información necesaria que necesita el creyente para que conozca que su Dios reina sobre todo rey. Jehová Dios reina y comparte su reino con su Hijo amado. A veces se limita la escena cuando sólo se ve a Dios como salvador, o sólo se presenta al Mesías como un salvador espiritual. Sin embargo, a través de los salmos mesiánicos se ha observado como Jesús ejerce papel de siervo sufriente y redentor de la humanidad y como hace que la promesa de un reino visible sea algo seguro y real.
Es necesario comprender el mesianismo en los Salmos para que nuestra oración sea una de alabanza y agradecimiento. ¡El Rey nos invitó a participar de su reino! Somos siervos y embajadores de unas buenas nuevas (el evangelio de Jesucristo; Ro 1:16-17). También de forma teórica es imperativo conocer bien las Escrituras y observar como los Salmos producen una conexión entre el AT y NT. Por lo tanto, los Salmos nos introducen a la dinámica de las dos importantes alianzas del AT (la sinaítica y la davídica), y nos convocan a la esperanza mesiánica y a la nueva alianza (nuevo pacto).[10] Los Salmos mesiánicos brindarán esperanza al lector de que hay un Dios de pacto, que promete y cumple; y, que a su vez intervendrá en nuestra historia para establecer su reino sobre la faz de la tierra. Los Salmos mesiánicos nos invita ser participe del nuevo éxodo, donde Jesús será el rey de todo juntamente con el Padre. Donde el hombre podrá reinar con Dios como lo fue al principio (Gn 1:26-28; 2:6-8), el Edén será restaurado y los creyentes serán participes y reinarán con él.
Conclusión
Como creyentes de Jesucristo se nos brinda la oportunidad de comprender los Salmos mesiánicos. Israel estaba limitado por el factor tiempo, pero ahora la iglesia puede comprender que hay un mesianismo marcado en los Salmos y alrededor de todo el AT. La historia del Mesías-Rey se ha convertido en nuestra historia y esa historia deberá ser contada como unas buenas nuevas que el mundo necesita oír. Jesús es el Mesías-Rey. Hagamos de esa verdad un mensaje central de los Salmos. ¡Esperanza y verdad hay en el Rey de gloria! “¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, el es el Rey de gloria” (Sal 24:10).
[1] Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. (1993–). Comentario bíblico mundo hispano: Salmos (1. ed.) El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 25.
[2] Ibíd., 25.
[3] El Salmo real anuncia algo sobre el rey y dice algo especial sobre él. Bock, D. L. (2016). IB100 Cómo estudiar la Biblia. Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico.
[4] Los salmos reales y los salmos mesiánicos. Estos salmos no se caracterizan por su forma literaria uniforme, sino porque en ellos se destacan el rey, la naturaleza de su dominio y su relación a Dios. Fueron compuestos para diversas ocasiones como la entronización de un nuevo monarca (2; 110) y una boda de un rey (45). Hay profecías en favor del rey (2 y 110), plegarias por el rey (20; 61; 72 y 84), una acción de gracias por el rey (21), oraciones del monarca (18; 28; 63; 101), un himno real (144) y un canto real de procesión (132). Hoff, P. (1998). Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel. Miami, FL: Editorial Vida, 74.
[5] Brug, J. F. (1997). Salmos, Volumen 1. (R. C. Ehlke, J. C. Jeske, & G. J. Albrecht, Eds.). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern, 7.
[6] Strauss, M. (2014). Mesías. En J. D. Barry & L. Wentz (Eds.), Diccionario Bíblico Lexham. Bellingham, WA: Lexham Press.
[7] Ibíd.
[8] Tanto el Salmo 22 como los cánticos de Isaías comparten la idea teológica de que Jehová cumplirá sus propósitos: la restauración de Israel y la gloria de su nombre entre las naciones, a través del sufrimiento y la vindicación de un israelita justo que personifica a la nación. Morales, L. M. (2020). Exodus Old and New: A Biblical Theology of Redemption. Downers Grove, IL: IVP Academic, 152-153.
[9] El Salmo 110 tiene dos ejes semánticos claramente evidentes: el Señor y el rey. Dios tiene una estrecha intimidad con el rey y esto legitima la función que el rey desempeña; al rey se le delegan responsabilidades y la función política le garantiza descanso y victoria real. Si bien el rey es reconocido y legitimado como líder político y religioso, este salmo lo llama a la responsabilidad. Por un lado, se legitima al gobierno y al gobernante; por otro se afirma que el líder no podría hacer nada sin el apoyo divino. Esta última afirmación resulta polémica si consideramos que, en el contexto antiguo, la investidura real era promovida casi como una ceremonia de nacimiento o de adopción divina del rey. Breneman, M., Every-Clayton, J. E., Almeida Rosa, S., & Sánchez Cetina, E. (2019). SALMOS. En C. R. Padilla, M. Acosta Benítez, & R. Velloso Ewell (Eds.), Comentario Bíblico Contemporáneo: Estudio de toda la Biblia desde América Latina (Primera edición). La Paz, Bolivia; Barcelona, España; Buenos Aires; Lima: Certeza Unida; Andamio; Ediciones Puma; Ediciones Kairos; Certeza Argentina; Editorial Lampara, 757.
[10] Ibíd., 654.
Bibliografía
Bock, Darrell. IB100 Cómo estudiar la Biblia. Bellingham, Washington: Editorial Tesoro Bíblico. 2016.
Brug, John. Salmos, Volumen 1. Milwaukee, Wisconsin: Editorial Northwestern. 1997.
Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O. Comentario bíblico mundo hispano: Salmos. El paso, Texas: Editorial Mundo Hispano. 1993.
Hoff, Pablo. Libros poéticos: Poesía y sabiduría de Israel. Miami, Florida: Editorial Vida. 1998.
Morales, Michael. Exodus Old and New: A Biblical Theology of Redemption. Downers Grove, Ilinois: IVP Academic. 2020
Padilla, R., Acosta M., Velloso, R. Comentario Bíblico Contemporáneo: Estudio de toda la Biblia desde América Latina. La Paz, Bolivia; Barcelona, España; Buenos Aires; Lima: Certeza Unida; Andamio; Ediciones Puma; Ediciones Kairos; Certeza Argentina; Editorial Lampara. 2019.
Strauss, Mark. Diccionario Bíblico Lexham. Bellingham, Washington: Lexham Press. 2014.

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