Estudiar Romanos es una fuente de frustración y de placer. Es frustrante porque en cada capítulo nos encontramos con un problema teológico. Nos obliga a pensar ampliamente en esos asuntos, mirando las Escrituras y tratando de poner todo eso en función de lo que Pablo está diciendo en un texto en particular de Romanos. Pero eso también, por supuesto, es un gran placer y gozo al estudiar Romanos. Nos lleva a algunos de los grandes temas centrales y fundamentales de nuestra fe.
En Romanos 9 y en el pasaje que hemos estado viendo (particularmente en los versículos 6–29), nos enfrentamos al controvertido tema de la elección. ¿Cómo nos ayuda lo que Pablo está diciendo aquí a entender la forma en que Dios obra en la elección? Algunos intérpretes piensan que Pablo se está enfocando aquí solo en cómo Dios ha elegido personas dentro de Israel para servir a sus propósitos en la historia.
Yo creo que cualquier idea acerca de lo que Pablo expresa aquí sobre cuestiones más amplias, como quién es salvo y quién no, está solo viendo en el texto lo que Pablo no tiene la intención de decir. Para mí, Pablo está presentando elementos que son importantes para la doctrina de la elección, porque su punto aquí es decir: “Así es como podemos entender por qué algunos judíos ahora creen, son salvos y son parte del pueblo de Dios, y por qué otros no”. En otras palabras, la cuestión que Pablo aborda es, fundamentalmente, una cuestión de salvación. No solo eso, sino que Pablo usa palabras como “llamar” y “elección” que usa en otros lugares con respecto a la doctrina de la salvación misma. Creo que este pasaje proporciona una base para que hablemos, más ampliamente, de la doctrina de la elección y las Escrituras.
Dos puntos de vista principales sobre la elección
En la historia de la interpretación han surgido dos puntos de vista principales sobre la elección. En el lado calvinista (como se puede ver en la pantalla), el énfasis está, por supuesto, en la soberanía de Dios. La elección es asunto de Dios, de acuerdo a su propia decisión soberana. En resumen: Dios nos elige para que podamos creer. Los arminianos, por otro lado, piensan que este punto de vista debilita la importancia de la fe humana tal como se presenta en Romanos y en otras partes de las Escrituras. Ellos argumentan que Dios elige sobre la base de ver nuestra fe antes de tiempo, una opinión que notamos cuando hablamos de Ro 8:29–30. En la visión arminiana, Dios elige a los que creen.
Esquemas contrapuestos de la elección
Pero, las cosas son un poco más complicadas. Hay varios esquemas contrapuestos de la elección que podríamos considerar de acuerdo con el siguiente diagrama, espero que tenga sentido. En la columna de la izquierda vemos un punto de vista asociado con la teología de Karl Barth. Barth argumenta que Dios elige, fundamentalmente, a Cristo, quien es el elegido. La elección es una cuestión donde Dios lo elige a él. Así es como los creyentes se unen a Cristo, que luego se vuelven elegidos. En el punto de vista calvinista tradicional Dios elije a personas que luego creen, como acabamos de ver, mientras que en el punto de vista arminiano Dios elije a las personas que él cree que creerán. Es su fe, en última instancia, lo que los convierte en los elegidos de Dios.
Por último, debemos mencionar a los que dicen: “La Escritura simplemente no es clara en el asunto, es mejor que lo dejemos así, complicado y sin resolver, en lugar de enfocarnos en un punto de vista que no hace justicia a toda la Escritura”. Para estas personas, tenemos la soberanía de Dios en la elección, la responsabilidad humana y la fe cooperando para llevarnos dentro del pueblo de Dios sin resolver claramente la relación. Creo que hay algo de verdad en este último punto. Como veremos en Ro 9:30–10:21, Pablo dará la vuelta y dirá: “¿Por qué muchas personas en Israel no se salvan?”. Porque se han negado tercamente a creer. Está este elemento humano en la cuestión. Pero, al final del día, me parece que Ro 9:6–29 es bastante claro al afirmar la soberanía de Dios en la elección.
Conclusión
Al final, me parece probable que la forma calvinista de pensar sobre la elección encuentra una base en el texto ante nosotros. Una forma bastante simple de pensar sobre esto es mirar las preguntas que Pablo mismo plantea. Después de hablar acerca de la elección y la soberanía de Dios en los versículos 6–13, Pablo hace una pregunta en el versículo 14. “¿Es justo?” Él pregunta: “¿Es justo delante de Dios actuar de esta manera?” Y en el versículo 19 hace el mismo tipo de pregunta: “¿Quién puede resistirse a Dios? ¿Cómo puede Dios hacer esto en su soberanía?” Pablo se hace a sí mismo las mismas preguntas que nos hacemos cuando escuchamos el punto de vista calvinista de la elección. Al menos eso es lo que insinúa, si es que no lo enseña, en los versículos 6–13 de Ro 9.
Moo, D. J. (2019). Ed. Móvil: NT331 La carta de Pablo a los Romanos. Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico.

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