«Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas» (S. Marcos 16:17).
INTRODUCCIÓN: La experiencia del bautismo en el Espíritu Santo es para todos los creyentes. La misma es evidencia por la señal estática del hablar en otras lenguas. Entre muchos creyentes pentecostales, este distintivo se ha perdido. Las homilías sobre este tema escasean en muchos púlpitos que una vez fueron defensores acérrimos de esta doctrina carismática.
I. ¿Para qué sirve el bautismo en el Espíritu Santo?:
1. Fortalece al creyente.
2. Imparte poder para testificar.
3. Capacita al cristiano.
4. Hace a Cristo más real en la vida del creyente.
5. Ofrece un lenguaje para comunicarse con Dios.
II. ¿Qué pruebas bíblicas tenemos para afirmar que la evidencia de ser bautizado en el Espíritu Santo es hablar en otras lenguas?:
1. Los ciento veinte en el aposento alto hablaron en otras lenguas (Hechos 2:4, 7–11).
2. Los gentiles, en la casa de Cornelio, hablaron en otras lenguas (Hechos 10:45–46).
3. Los creyentes, en Éfeso, cuando fueron bauzados, hablaron en lenguas (Hechos 19:1–6).
4. Pablo dijo: «…no impidáis el hablar lenguas» (1 Corintios 14:39).
5. Pablo decía: «Doy gracias a Dios, que hablo en lenguas más que todos vosotros» (1 Corintios 14:18).
III. ¿Cuáles son las excusas que emplean los que se oponen al bautismo en el Espíritu Santo y a la señal de hablar en lenguas?:
1. Lo ven como una experiencia para la Iglesia primitiva.
2. Consideran las lenguas como algo diabólico.
3. El hablar en lenguas es, para algunos, el menor de todos los dones.
4. Para muchos las lenguas no son necesarias.
5. Un gran número de críticos consideran el hablar lenguas como simple emocionalismo.
IV. ¿Por qué muchos creyentes no reciben el bautismo en el Espíritu Santo?:
1. Lo han pedido a Dios sin esperar recibirlo.
2. No sienten la necesidad del bautismo en el Espíritu Santo.
3. No insisten en la oración.
4. Son muy impacientes (Hechos 1:4).
5. No perseveran unánimes con los hermanos en la fe (Hechos 2:1).
6. Tienen pecados no confesados.
7. Esperan recibirlo libre de experiencias emocionales.
8. Por mirar las faltas de algunos creyentes bautizados en el Espíritu, no buscan su propia experiencia.
9. Desean ser bautizados a su manera y no como Dios quiere.
CONCLUSIÓN: Si usted es un creyente que desea predicar con poder y enseñar con unción, y no ha recibido el bautismo en el Espíritu Santo, le aconsejo que ahora mismo lo comience a buscar. Es para usted, recíbalo. Amén.
Silva, K. (1997). Bosquejos para Predicadores (Vol. 1, pp. 219–221). Viladecavalls, Barcelona: Editorial Clie.

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