TEOLOGIA DISPENSACIONAL

La teología dispensacional se basa en el concepto de que los tratos de Dios con los hombres han procedido a través de “períodos de tiempo bien definidos” (Chafer), i.e. “dispensaciones”, en cada una de las cuales Dios revela un propósito en particular que debe lograrse durante ese período, al que los hombres responden con fe o incredulidad. Los dispensacionalistas niegan que enseñan más de un camino de salvación, admitiendo que sólo el contenido de la fe varía de acuerdo con la revelación dada en cada dispensación. Derivan apoyo de la Escritura de pasajes que distinguen entre, v.gr. edades pasadas (v.gr. Ef. 3:5; Col. 1:26), la edad presente (v.gr. Rom. 12:2; Gál. 1:4) y la edad venidera (Ef. 2:7; Heb. 6:5) y especialmente el uso de aionas en Hebreos 1:2 y 11:3. Los dispensacionalistas difieren en su identificación de las dispensaciones, pero es bastante común distinguir las de la inocencia (Adán antes de la caída), la conciencia (desde Adán hasta Noé), la promesa (desde Abraham hasta Moisés), la ley mosaica (desde Moisés hasta Cristo), la gracia (de Pentecostés hasta el rapto) y el milenio.

La clara distinción que hacen entre Israel y la iglesia (excepto durante la dispensación de la gracia) es crucial. La sistematización de la teología dispensacional moderna debe mucho a J. N. Darby y la Biblia de Referencia Scofield (1909), por el congregacional norteamericano Cyrus I. Scofield, 1843–1921.

El principio hermenéutico básico es la interpretación literal, que no descarta los símbolos, las figuras retóricas y la tipología, pero sí insiste en que, a través de todo, “la realidad del significado literal de los términos envueltos” es determinante (Ryrie, Dispensationalism Today [El dispensacionalismo hoy], p. 87). En consecuencia, las promesas de un reino terrenal que se dieron a Israel como nación tienen que cumplirse literalmente en un futuro reino milenario (basado en la analogía del cumplimiento literal de las promesas mesiánicas relacionadas con Jesús).

Los dispensacionalistas aceptan que los judíos creyentes —como individuos— encuentran su lugar en la iglesia durante la dispensación de la gracia, pero las promesas hechas a la simiente natural de Abraham esperan el retorno premilenario de Cristo con su iglesia para su cumplimiento. Entonces se iniciará la dispensación durante la cual las bendiciones materiales prometidas a Israel se otorgarán, y serán características, aunque no con exclusión de la dimensión espiritual.

Se disputan algunos detalles entre los dispensacionalistas. Estos incluyen el número y las designaciones de las dispensaciones y el punto en que empezó la dispensación de la gracia. El concepto más extremo es el de E. W. Bullinger (1837–1913) quien inició la edad de la iglesia con el ministerio de Pablo después de Hechos 28:28; sostuvo que las epístolas escritas por Pablo en la prisión son las únicas Escrituras que se dirigen principalmente a la iglesia, y negó que el bautismo en agua y la cena del Señor sean para esta época. Hay menos desacuerdo sobre el terminus ad quem de la dispensación de gracia, aunque algunos creen que el rapto de la iglesia (que señala su terminación) no acontecerá hasta el fin (algunos pocos dicen la mitad) de la gran tribulación.

Rowdon, H. H. (2005). TEOLOGIA DISPENSACIONAL. En S. B. Ferguson, D. F. Wright, & J. I. Packer (Eds.), H. Duffer (Trad.), Nuevo diccionario de Teología (Cuarta edición, pp. 921–922). El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones.

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