Pablo siempre fue un judío de corazón. Él estaba preocupado por el pueblo judío. En Romanos 9.1-5 muestra el rechazo del evangelio en la nación. Pablo creía que Dios tenía un plan para Israel. La nación judía se encontraba en problemas con el mensaje de Pablo. Este evangelio que él presentaba parecía un mensaje contrario a sus tradiciones y creencias. El evangelio representaba una anulación de las promesas de Dios según sus deducciones. Trenchard escribe:
El problema queda planeado por el hecho de que los judíos, en su totalidad, no recibían el Evangelio. Formaban el pueblo escogido de Dios, pero si el Evangelio cristiano era medio de salvación, ellos no tenían parte en ella. De ellos había de surgir el Mesías, pero si Jesús era el Mesías este privilegio de tenerle no suponía redención sino condenación, porque le iban rechazando casi con unanimidad. (2013, 1553)
Rechazaron la idea de un mesías crucificado y sufriente. Si el mensaje de Pablo era verídico pondría a la nación bajo condenación. Ellos rechazaron la idea que necesitaban salvación. Por esto rechazaron a Jesús como salvador y subsecuente su mensaje. Interpretaban las promesas hechas a los patriarcas como incondicionales. Ser descendientes de Abraham era suficiente para ser salvos Lucas 3.8. Al igual que Juan, Pablo enfrentaba constantemente este argumento de los judíos. “Dios nunca se comprometió a bendecir a todos los hijos carnales de Abraham, solamente por serlo, bien que forman el marco histórico y racial dentro del cual se cumplen sus propósitos” (Trenchard 1554, 2013).
Pablo enfrentaba el hecho que los judíos no consideraban la fe en Jesús como suficiente medio de justificación. “Todo el imponente edificio religioso que levantaban los judíos sobre el fundamento podrido de su falsa comprensión de la Ley había de derrumbarse” (Trenchard 1555, 2013). De modo “…Qué, pues, es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo?” Lucas 20.17. Israel en estado de incredulidad despreció la fe como medio de salvación. Dios no ha fallado en su elección ni la palabra ha fallado. Este endurecimiento produjo salvación al mundo gentil. Pese a esto Dios aún tiene un plan para Israel. En Romanos 11 Pablo describe a un remanente que será salvo de la nación. El presenta dos analogías de este plan Romanos 11.16-17. En primer lugar escribe de las primicias y la masa. Lasley comenta:
En el tiempo de la cosecha los israelitas hacían una torta con el primer grano cosechado y lo ofrecían a Dios. Al hacer esto, ellos reconocían a Dios como la fuente de su cosecha y expresaban agradecimiento por sus bendiciones. Mediante su consagración de las primicias a Dios, toda la cosecha se volvía santa. Esto esencialmente significa que cuando Dios acepta una parte, El santifica el todo. Pablo aplica las primicias a los patriarcas y toda la masa al pueblo judío. “Y si la raíz Abraham es santa, también lo son las ramas sus hijos” (Romanos 11:16) (2003, 285).
En segundo lugar presenta la raíz, las ramas y el olivo. Pablo con esta analogía exhorta a la iglesia gentil a que no se enaltezca por la condición de Israel. “la raíz se refiere a los patriarcas, mientras que las ramas se refieren al pueblo judío”. (Lasley 285, 2003). A los creyentes se les llama olivos silvestres Romanos 11.17. Y Jesús en quien se cumplen todas las promesas es llamado el buen olivo Romanos 11.24. La nación de Israel al rechazar al mesías se desprendieron del buen olivo. Jesús dijo en Juan 15.5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. La salvación y la justificación proceden de la fe en él. Aunque muchos judíos creyeron en el evangelio durante los tiempos de Pablo no representan a toda la nación.
Ellos junto con los gentiles de Asia constituyeron la primera generación de cristianos. Pablo es consiente que este endurecimiento en la nación tiene un propósito. El escribe Romanos 11.25 porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Después que la plenitud de los gentiles sea completa Pablo escribe Romanos 11.26 “Toda Israel sera salvo…”. Lasley comenta:
Pablo cita varios textos acerca del Redentor para apoyar su afirmación de que todo Israel será salvo. “Y vendrá el Redentor a Sion [Jerusalén], y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob” (Isaías 27:9; 59:20-21). El Libertador establece su pacto, perdonando sus pecados (Romanos 11:27; Jeremías 31:33-34). Este libertador, por supuesto, es Jesucristo. (2003, 287)
Al final existirá un remanente de Israel que seguirá al cordero de Dios. Ellos serán las primicias de Dios y del cordero Apocalipsis 14.4. La nación no ha sido olvidada por el Dios de Jacob. Al final de los tiempos cumplirán el propósito por el cual fueron elegidos. Servirán a Dios y al cordero por la eternidad.
Escrito por Evang. Joel Josué Rivera
(Parte de un ensayo para Global University)

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